El emplazamiento de nuestra piscina deberá proporcionarnos un buen equilibrio entre funcionalidad y estética. Debemos tener presente el verdadero uso que le vamos a dar y asegurarnos de que la piscina estará situada en el lugar más adecuado para el mismo. Desde el punto de vista estético, buscaremos armonizar la piscina con el entorno circundante.
Son varios los factores a tener en cuenta. Por un lado las condiciones naturales como la vegetación circundante, el clima de la zona, la orientación respecto al sol y otros tantos. Por otro lado los elementos artificiales como tu vivienda, las viviendas circundantes, posibles condicionantes técnicos, etc.
A continuación vamos a ver qué aspectos tenemos que analizar para determinar dónde situar finalmente nuestra piscina. Están enumerados de mayor a menor importancia.
Soleamiento
El sol es el sistema de climatización del agua más económico que existe y además está libre de averías y mantenimiento, luego tendremos que aprovecharlo al máximo. Además, la piscina no sólo la disfrutarás estando dentro del agua, la zona circundante a ella suele ser la empleada para tomar el sol, para los juegos infantiles o simplemente para «estar». Una piscina correctamente emplazada respecto al sol nos permitirá alargar la temporada, disfrutando de ella durante más tiempo cada año.
Entonces ¿Cómo aprovechar al máximo estos beneficios? Vamos a ver qué tenemos que tener en cuenta para descubrir las áreas de nuestra parcela que reciben más radiación solar a lo largo del año.
Trayectoria del sol
Tenemos que tener claro qué trayectoria describe el sol desde el amanecer hasta el anochecer, teniendo en cuenta que ésta varía dependiendo de la estación en la que nos encontremos, prestaremos especial atención al periodo entre mediados de primavera y mediados de otoño.
Las sombras
Nos fijaremos en las sombra generadas por los elementos que rodean a la piscina, árboles, nuestra propia casa, las casas de los vecinos, etc. Por supuesto éstas sombras dependerán en gran medida de la trayectoria solar, es decir, también de la hora del día y la época del año.
Nota: a pesar de todos los beneficios que comporta el aprovechamiento de la incidencia solar conviene resaltar que en ciertos momentos y situaciones desearemos estar fuera de su alcance. Para ello no está de más contar con una zona de sombra que no esté excesivamente retirada. Para ello nos podremos servir bien de sombras generadas por elementos fijos como árboles, emparrados, techos de cañizo, la propia vivienda o la del vecino, etc. o de elementos móviles como sombrillas o toldos.